Por primera vez en la historia de la Fiesta Nacional de los Estudiantes, una estudiante de Tucumán es elegida como soberana nacional. Se trata de Josefina Astorga estudiante del Colegio María del Rosario.
La adolescente deslumbró con su exquisita elegancia sobre las tablas del escenario, conquistando al panel de jueces, que la consagraron como la representante por antonomasia de los educandos de la nación entera, por un periodo de doce meses. Al ser ungida como la nueva embajadora de la juventud educativa del país, la encantadora damisela profirió con entusiasmo: “Mi dicha es inmensa; Jujuy, te llevo en mi corazón”.
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A lo largo de la septuagésima segunda edición de la FNE, se otorgaron los títulos de honor correspondientes: María Paz Jure, oriunda de la provincia de Jujuy, fue coronada como Primera Princesa; María Martínez Dan, de Salta, alcanzó el rango de Segunda Princesa; Valentina Falcón, procedente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue investida como Primera Dama de Honor; y Uma Torres Ratto, natural de Buenos Aires, ostentó el prestigio de Segunda Dama de Honor.
En este evento sin parangón, las letras se mezclaron con la majestuosidad, forjando una sinfonía de logros y esplendor, mientras que la historia se tejió con los hilos de la singularidad y el virtuosismo.
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